Cuidados básicos de un depósito de poliéster

Los depósitos de poliéster se han convertido en la mejor opción para el almacenamiento de productos líquidos por encima de otro tipo de depósitos como los metálicos o los de PVC. Esto se debe a que los depósitos de poliéster ofrecen una serie de ventajas con respecto a otro tipo de depósitos. La primera es su gran firmeza, resistencia y durabilidad. El poliéster es un material que ofrece una alta resistencia y ofrecen un gran rendimiento durante un periodo prolongado.

Otra ventaja de los depósitos de poliéster es su versatilidad, ya que se pueden utilizar para almacenar una gran variedad de productos líquidos como agua, productos alimenticios, productos químicos, aceites, combustibles o productos industriales. Además, son depósitos que no requieren de un mantenimiento complejo. Sólo hay algunos aspectos relacionados con el mantenimiento de los depósitos de poliéster que debes tener en cuenta.

Estos son algunos de los cuidados básicos que requieren los depósitos de poliéster para garantizar su durabilidad:

Limpieza regular: es importante realizar una limpieza regular del depósito para eliminar la acumulación de residuos y sedimentos. Lo puedes hacer utilizando agua y jabón suave, asegurándote siempre de enjuagar bien para evitar cualquier residuo de jabón. La limpieza, además, debe realizarse con cuidado para no dañar la superficie del depósito.

Mantenimiento del nivel de líquido: es importante que el nivel de líquido que contiene el depósito esté equilibrado. Es decir, que no esté demasiado bajo, ya que podría causar deformaciones en el depósito, y que no esté demasiado alto, pues podría aumentar la presión y causar daños en la estructura del tanque. Lo más correcto es que el nivel del líquido vaya variando de forma regular.

Protección ante impactos: los depósitos de poliéster son muy firmes, duros y resistentes, pero pueden dañarse si son golpeados o sometidos a fuertes impactos. La estructura podría sufrir daños y se podrían generar grietas y fisuras en la superficie del depósito. 

Temperatura: los depósitos de poliéster pueden aguantar sin problemas las altas y bajas temperaturas, pero es recomendable que se mantengan siempre en una temperatura específica. Si el depósito se somete a cambios de temperatura con frecuencia, la superficie se podría dañar.

Almacenamiento: el depósito debe ser almacenado en un lugar seguro y protegido de cualquier actividad que pueda dañarlo. Es la mejor forma de prolongar su rendimiento el mayor tiempo posible.

Revisión de los sistemas de drenaje: el sistema de drenaje del depósito debe ser inspeccionado regularmente para garantizar que esté en buen estado de funcionamiento. Si se detecta algún problema, este debe ser reparado de inmediato para evitar cualquier riesgo de fuga.

Revisiones regulares: aunque el depósito se encuentre en perfecto estado, es recomendable realizar inspecciones con regularidad para detectar cualquier problema y poder solucionarlo de forma inmediata.

Si tienes en cuenta todos estos aspectos podrás realizar un mantenimiento eficaz de tu depósito de poliéster, prolongando así su vida útil el máximo tiempo posible. 

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